sábado, 7 de noviembre de 2009

El amor, la vida, su sentido... todo se habría terminado.


- Te haré una promesa a cambio - dijo -. Te garantizo que no volverás a verme. No regresaré ni volveré a hacerte pasar por todo esto. Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido.
Las rodillas debieron de empezar a temblarme en ese momento porque de repente los árboles comenzaron a bambolearse. Oí el golpeteo de mi sangre más rápido de lo habitual detrás de las orejas. Su voz sonaba cada vez más lejana.
Sonrió con amabalidad.
- No te preocupes. Eres humana y tu memoria es un auténtico colador. A vosotros, el tiempo os cura todas las heridas.
- ¿Y tus recuerdos? - le pregunté. Mi voz sonó como si me hubiera atragantado, como si me estuviera asfixiando.
- Bueno - apenas dudó un segundo -. Yo no olvidaré, pero los de mi clase... nos distraemos con suma facilidad.
Sonrió una vez más, pero a pesar del aplomo exhibido, la alegría de los labios no le llegó a los ojos. Se alejó de mi un paso.
- Supongo que eso es todo. No te molestaremos más.


Bella y Edward.
Luna Nueva.

2 comentarios:

  1. Hola!
    Me ha gustado mucho tu blog, así que ya te he puesto en prefes :)
    Me he leído completita la saga crepúsculo y me ha gustado bastante (excepto el último libro que se me hizo muy cansino) y este es uno de los momentos que más me gusta, a pesar de lo triste que pueda ser. Edward!♥
    un besito y seguimos leyéndonos! :)

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  2. Mon!! :)
    Que alegría verte por aquí también, me alegra que tengas un huequito tan interesante por estos lados..

    intentaré pasarme seguido :)
    un besooo

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