- No hay modo de fingir - replicó Jace con absoluta claridad -. Te amo, y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de ésta, te amaré también entonces.
Ella contuvo el aliento. Él lo había dicho... las palabras que no podían desdecirse. Se esforzó por dar una respuesta, pero no encontró ninguna.
- Y sé que crees que simplemente quiero estar contigo para... para demostrarme el monstruo que soy. Pero sé con certeza que, incluso aunque haya sangre de deminio en mi interior, también albergo sangre humana. Y no podría amarte como lo hago sino fuese al menos un poquito humano. Porque los demonios desean, pero no aman. Y yo...
Cazadores de Sombras 3: Ciudad de Cristal, Cassandra Clare