Autopublicación || 35 Páginas || Ebook
Aunque lo ve todas las noches, Andrés no sabe dónde está Agustín. Perdido entre las telarañas de su pasado, sumergido en los recuerdos, adormilado por los medicamentos psiquiátricos. El tiempo, en la sala de Salud Mental donde ambos —enfermero y paciente— comparten las noches, parece transcurrir más lentamente. El tiempo corre, tropieza, asusta, traiciona. El tiempo de Andrés y Agustín ya no es tiempo. Quizá, puedan atraparlo juntos y encerrarlo en un pastillero, para que nunca más se les escape.
Agustín tiene una enfermedad mental. Una que no se nos dice a lo largo de la historia, pero que podemos deducir por lo que se nos cuenta. Internado en un centro psiquíatrico, únicamente tiene la compañía de su madre, hasta que aparece Andrés, el nuevo enfermero del centro. Dudando entre seguir trabajando en emergencias, o empezar a hacerlo en el ala de psiquiatría, al ver a Agustín, triste, cabizbajo y perdido, Andrés no duda ni un momento en que su lugar está allí con él.
Aquella tarde, abrí la puerta principal de este salón y me encontré con un chico flacucho sentado en el sofá. Tenía las piernas juntas, las manos juntas (¿estaba rezando?), los ojos clavados en la nada, las cejas fruncidas como recordando (¿qué recordaba?) algo muy triste. Sentí algo. Un relámpago, un sacudón en mis entrañas, un escalofrío erizándome la piel.
Desde el momento en el que se conocen, un lazo estrecho los une. Es Andrés el que consigue que Agustín, poco a poco, comience a mejorar. Sus baños, sus cuidados, su protección, hacen que el muchacho, que a penas tiene 20 años, encuentre de nuevo las ganas de vivir. Y es que los sentimientos entre ambos crecen día a día, y no tardan en darse cuenta de que lo suyo, es algo más que la simple relación de enfermero-paciente.
'La rueda del tiempo' nos narra la historia de este romance. Escrita en primera persona, hasta las últimas líneas, es Andrés el que nos cuenta lo que va sintiendo, y es a través de sus ojos y sus pensamientos que conocemos a Agustín. Relatado como si fuera la mente de Andrés, nos encontramos a veces con pensamientos confusos, yendo y viniendo en el tiempo que pasan juntos, sin saber si se trata del presente, del pasado o del futuro. Esto, al menos a mi, me ha provocado algo de lio en la lectura, pero quizá lo poético de la narración, que esté intercalado con poesías escritas por Andrés, y los sentimientos tan profundos que están descritos, han hecho que no haya parado de leer hasta terminarlo.
Mil cielos hacen falta para teñirte los ojos,
Quiero enredar entre tu pelo
un pincel mojado...
Y si me visto de puerta,
se abre el silencio...
Y si me visto de noche
me robo tu almohada.
—Si alguna vez te hago mal, si dejo de hacerte feliz… dejame, por favor. Intername en un psiquiátrico, pero no me soportes. No tenés por qué soportarme toda la vida, Andrés…
Yo he disfrutado con la lectura. Quizá no de tiempo a emocionarse con la historia, o a engancharse de la pareja. Quizá el final es tan abierto, al menos para mi gusto, que algo no termina de encajar. Pero sin duda, os la recomiendo.
Libro perteneciente al Book Tour de Books Around The Magic World.
Gracias a la autora por el ejemplar.
Ainssss me encantan los libros con personajes que tenga problemas, pero no me termina de llamar. Un beso y gracias por la reseña
ResponderEliminarA ti por leerla.
EliminarCreo que si fuera una historia mas larga, llamaría más a leerla.
Besotes!!
No me llama
ResponderEliminarUn beso^^
Besotes!
EliminarGracias por el descubrimiento, si tengo ocasión le dará una oportunidad!
ResponderEliminarBesos =)
De nada!!
EliminarYa nos contarás si lo lees ;)
Chulisimo este blog! me encanta
ResponderEliminarmuchas gracias x el post!!
beso grande
♥