Reseña: Otoño lejos del nido - Ángel Gil Cheza

Otoño lejos del nido || Ángel Gil Cheza

Suma de letras || Febrero 2020
464 páginas || Papel y ebook

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Una sargento de policía en plena crisis de madurez y un reputado periodista cultural caído en desgracia ven cómo sus vidas se entrecruzan y aúnan esfuerzos para investigar unos extraños asesinatos aparentemente inconexos.

La sargento Ivet Portabella investiga la muerte de una joven que aparece colgada dentro de una misteriosa esfera de ramas que pende de un árbol. Al mismo tiempo el asesinato de un alto cargo económico alemán con un tajuaje en la ingle reabre un viejo caso que alguien no quiere remover. En la otra mano de la baraja, Édgar Brossa, periodista freelance en horas bajas que malvive en el subsuelo social de Barcelona, acepta investigar la desaparición de un novelista que tenía el mismo tatuaje que el banquero, una tosca inscripción con la palabra OTOÑO.
Ambas investigaciones confluyen e Ivet y Édgar deciden unir sus fuerzas para intentar esclarecer un caso que se complica por momentos.

Otoño lejos del nido es una instantánea de un tiempo repleto de soledades, crueles diferencias sociales, nuevos lenguajes incompletos, redes (in)sociales donde todo es mentira en algún grado, porque todos podemos construirnos artificiosamente mientras trabajamos esclavos para este neofeudalismo que impera, al que nos entregamos a ciegas. Y por ende, esta novela es una oda a la única resistencia posible: la vida, la natural, la que requiere de los cuatro elementos y los cinco sentidos.

La sargento Ivet Portabella roza los 60 años y vive sola, con su perro Mel, en Barcelona. No ha tenido suerte en la vida, al menos en lo que a relaciones se refiere, y se replantea si todavía tiene tiempo de llegar a ser feliz. Mientras piensa sobre la soledad que la invade, tiene que investigar la muerte de una chica en una esfera de ramas colgando de un árbol en la sierra de Collserola. Aunque podría parecer un suicidio, las marcas del cuerpo dejan claro que no lo es, e Ivet está decidida a encontrar el culpable. Al mismo tiempo, un alto cargo alemán aparece muerto en un hotel, con un extraño tatuaje con la palabra OTOÑO en la ingle, tatuaje que trató de eliminar antes de morir, arrancándose la piel a tiras. Algo parece unir ambos casos, e Ivet termina trabajando con Édgar Brossa, un periodista en horas bajas que investiga la desaparición de un novelista con el mismo tatuaje del banquero, y hermano mayor de su mejor amigo de la infancia. ¿Qué relación tienen ambos casos? ¿Y la muerte de la chica?

'Otoño lejos del nido' es la segunda novela que leo del autor, después de que, hace unos años, leyera 'Pez en la hierba'. Así como aquel nos habla de secretos y de la crueldad a la que es capaz de llegar el ser humano, en este nos encontramos con una crítica social muy importante. Es un libro que nos habla de las diferencias sociales, del rechazo al diferente, de la transfobia, de la crisis que viven algunas personas, incapaces de llegar a fin de mes cuando hace unos años lo tenían todo. Es un libro que incluso menciona los problemas que hay actualmente en Cataluña, ya que se ambienta en el año 2017, en pleno apogeo independista. Y mientras nos ambienta en esa época con la cruda realidad de tantas personas, nos lleva de la mano de Ivet y Édgar en la investigación de los diferentes casos que parecen relacionarse de algún modo que no somos capaces de ver, al menos al principio.

A veces la libertad puede estar en una ventana. Y sentir la naturaleza, su poder, y no escondernos como urbanitas, sino ser parte de ella, nos hace inmortales. No existen la vida y la muerte, esa es una visión antropocéntrica y pueril. Existe la vida, y la muerte forma parte de ella, porque más allá de nosotros la vida continúa, queramos o no.

Tengo que reconocer que en algunos momentos, me ha costado comprender por qué llegan a ciertas suposiciones, porque aunque la investigación está bien explicada y el autor nos la presenta perfectamente, hay conclusiones a las que los protagonistas llegan sin que nosotros sepamos muy bien cómo, y eso me ha fastidiado un poco. Pero no significa que quedan cabos sueltos o que no se note la documentación que ha realizado el autor para escribir este libro, para nada, todo queda atado y bien atado, y se nota el trabajo que ha hecho Ángel previamente, pero es eso, me quedo con la sensación de que no nos hemos adentrado en la mente de Ivet y Édgar tanto como me habría gustado, al menos, como digo, al final de la historia, en el cierre de cada misterio.

Si 'Pez en la hierba' me hizo pensar al tratar ciertos temas, este no se ha quedado atrás. Incluso ha conseguido emocionarme cuando se ha tratado de Mel, el perro de Ivet. Un perro mayor que está en sus últimos días y que ha hecho que se me encoja el corazón por lo que yo tendré que pasar con Tuno en unos años (muchos, espero que muchos). E incluso eso el autor ha sabido cómo mostrárnoslo, cómo conseguir que suframos con Ivet y que nos pongamos en su piel, aunque si tenéis un perro, no va a ser nada difícil. Por otro lado, el libro también tiene un leve toque de romance, que realmente no tiene más importancia de la que tiene, la unión de dos personas que se sienten solas y que descubren que quizá, pese a la diferencia de edad y sus complicadas vidas, pueden ser felices juntos. Y también eso me ha gustado, lo reconozco.

Pero es verdad que lo más importante de este libro es, tanto la investigación de cada uno de los casos y el hilo del que tiran para ir resolviéndolos, como la crítica a un mundo podrido que no es nada fácil para el que es diferente, o para el que lo ha perdido todo a causa de la crisis, o de un pez mayor que se comió todo lo que había conseguido con mucho esfuerzo. También esos momentos más duros y tristes están muy bien explicados. Y el autor consigue que sintamos rabia e indignación por lo que algunos tienen que sufrir cuando únicamente quieren vivir tranquilos y a gusto consigo mismos, porque quizá antes, con otro cuerpo, no lo hacían. ¿Y qué hay de malo? Nada, absolutamente nada, porque cada uno es dueño de su vida y de su felicidad.

Así es Barcelona, como el primer amor. Intenso y dramático. Y sin embargo, quien llega de fuera, de la misma antípoda o de la otra ribera del Ebro, hable catalán, taushiro o kaixana, se sentirá de allí, barcelonés..., como Édgar, como Ivet, como Tarrós... Porque las ciudades no son nada más que gente, y la gente tiene la capacidad de ser lo que quiera ser.

La pluma del autor me ha gustado mucho, como ya ocurrió con el anterior libro que leí suyo. Escribe de una manera ágil y clara, pero con muchas reflexiones que nos hacen pensar sobre lo que ocurre en el libro, y sobre la vida en general. Es un libro con el que es fácil sentirse identificado con alguna de las historias paralelas que se nos cuentan, de cada uno de los personajes, y aunque no puedas sentir que te ha ocurrido lo mismo, si que tendrás la capacidad de ponerte en su piel, seguro. Es un libro cuya historia indigna y cabrea, y creo que eso es algo de lo que se proponía el autor con ella. Y a la vez, nos muestra la investigación paso a paso, consiguiendo que ningún cabo quede por atar, y ya sabéis lo que odio yo los libros a medio cerrar, pues este no es así, para nada.

En resumen, 'Otoño lejos del nido' es una historia de personajes, de sus vidas y problemas, de lo que sufren, piensan y sienten. Pero es también un thriller que nos descubre 3 historias paralelas, relacionadas de algún modo, y que nos sorprenderán cuando descubramos cómo se unen. Es un libro con una investigación policial, o varias realmente, en la que todo está explicado y bien atado, a pesar de lo que os he comentado de ciertas conclusiones a las que llegan los protagonistas. Un libro con una gran crítica social, que trata temas de actualidad a día de hoy y que nos deja claro que la sociedad en la que vivimos, aún tiene mucho que aprender, aceptar y reconocer. Os lo recomiendo si os gustan los thrillers que os ayudan a reflexionar sobre la vida, y que pueden llegar incluso a indignaros por lo que sucede en ellos.

Ivet conocía aquella luz débil, aquel silencio ojeroso, aquel abismo que rodea cualquier casa, hogar, familia que se ve golpeada por la ausencia..., que no la muerte, la muerte no es nada, una palabra, pero la ausencia, esa ausencia que se presume interminable cuando alguien comienza a no estar..., esa inmensidad es atroz.

Gracias a Babelio y la editorial por el ejemplar.