
466 páginas || Papel y ebook
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Vive en Sin Mar, una urbanización tranquila a las afueras de la ciudad, y comparte sus días con su padre, la mujer de este, sus tres hermanas, a las que adora, aunque le vuelvan loco, sus cuñados, sus sobrinos, sus amigos y hasta un perro comunitario.
Tiene el trabajo que siempre soñó y tantas mujeres dispuestas a pasar un buen rato como días tiene el año, o casi. No le falta nada. De verdad que no. Todo es perfecto tal y como está… hasta que llega ella. Y arrasa. Y lo vuelve del revés. Y lo descoloca. Y lo enciende, para bien y para mal. Ella, que no busca nada, salvo una vida tranquila. Ella, que lo último que quiere es una relación con alguien como él. Ella, que no corre hacia sus brazos, sino en dirección contraria.
Ella. Solo ella. Siempre ella.
Ella y su maldita sonrisa.
Álex es un mujeriego. Siempre ha tenido todas las mujeres que ha querido, ha disfrutado y se lo ha pasado bien sin ataduras, siendo sincero con ellas, porque nunca ha querido una relación seria, ni se ha enamorado jamás. Trabaja de bombero, vive con su padre, la mujer de este y una de sus hermanas, y es feliz, muy feliz. Pero todo empieza a cambiar para él cuando conoce a Eli, la mejor amiga de su hermana Esme, y a Óscar, el hijo de ella, un niño con el que conecta desde el primer momento quizá porque en el fondo, él sigue teniendo una parte de niño que sale fácilmente a la luz. Eli no le hace caso, no en el sentido en el que él está acostumbrado, no cae rendida a sus pies, contesta a sus comentarios con ironía y eso hace que él no pueda dejar de fijarse en ella, de tener más ganas de picarla, de tontear, porque ella le sigue el juego y eso a él le encanta. Pero nunca cae. Y ya se sabe, lo difícil suele atraernos más que lo fácil. Y ella va a poner su mundo patas arriba, igual que él el de ella, porque Eli sabe que debe mantenerse alejada, que Álex no le conviene, pero no es tan fácil como parece resistirse a él, a lo que empieza a sentir, a cómo se derrite cuando le ve jugar con su hijo. ¿Serán capaces de controlarse para no estropearlo todo?
—Yo no voy a enamorarme nunca, Amelia. No soy de esos.
—Es imposible que no seas de esos.
—¿Por qué es imposible?
—Porque tú no sabes vivir sin querer. Quieres tanto que te portas como un idiota: a papá, a nosotras, incluso a Sara. Tu problema, Álex, es que cuando te descuidas, quieres demasiado.
Óscar no es solo un amigo ni siquiera ahora, que todavía no estamos juntos, así que, si quisieras ser mi novia, él sería el hijo que no sabía que quería hasta que le conocí y tú serías la mujer que no sabía que necesitaba hasta que cubriste de besos y caricias todos los miedos que anidaban en mí; hasta que sonreíste y calmaste todos mis tormentos.
Las historias que se viven y no salen bien dejan cicatrices, pero, ¿cómo superar algo que te duele sin que hayas llegado a vivirlo? Una herida fantasma, que sangra por anticipado, demostrándome que lanzarse al vacío sin cuerda, sin salvavidas y sin mirar abajo, es la peor idea del mundo.
Sin embargo, en este libro tengo un pero que la verdad es que me sacó un poco de la lectura. Es cuestión de gusto personal totalmente, pero bueno, no está de más decirlo. Y es que hay ciertas escenas eróticas, sobre todo una en concreto, que me ha sobrado totalmente. Pero como digo, es algo mío, que no soy nada de erótica, y si se me cuentan de cierta manera, tirando un poco a lo bruto, por así decirlo, pues me chirría y no lo disfruto, y me ha pasado con este. No es que tenga mucha importancia porque diría que es el 15 o 20% del libro como mucho, pero es que de verdad que se me quedó marcada por lo poco que me gustó la narración de ese momento en sí. Pero vaya, quitando eso, el libro me ha encantado, como los anteriores, y como sé que me gustarán todos los demás, o todo lo que lea de la autora, lo tengo más que claro. Porque adoro su manera de escribir, de transmitir, la construcción de los personajes, su evolución, que los sigamos teniendo muy presentes a absolutamente todos en cada libro y sus historias individuales. 'Sin mar' se está ganando un hueco muy grande en mi corazón, ya os lo digo.
En resumen, 'Tu maldita sonrisa' es la tercera parte de esta serie que nos ha presentado a la familia León y todos los que los rodean, y que, una vez más, me ha encantado. En él conocemos la historia de Álex y Eli, un mujeriego que rechaza las relaciones, y una madre soltera que sueña con encontrar a alguien que la quiera a ella y a su hijo como se merecen, y que sabe que aunque le fastidie, esa persona no puede ser Álex. Tendremos presente a toda la familia, iremos siguiendo sus propias historias y lo que se avecina del futuro, pero dándole a la pareja protagonista la importancia que se merece. Es un libro divertido, intenso, emotivo, con un poquito de drama en cierto momento por la manera de pensar de Álex y de reaccionar cuando sufra un episodio muy doloroso para él. Nos enseña que la familia también se elige, que en 'Sin mar' hay amor para todo el que se lo necesite; que nos deja claro la importancia de perdonar, pero cuando la persona lo merezca y lo busque; y que nunca debes dejar que otros decidan por ti, que debes luchar por lo que quieres y apoyarte en aquellos que están dispuestos a cuidar de ti y acompañarte cuando lo necesites. Os lo recomiendo si habéis leído los anteriores, o si os gustan las historias románticas con personajes que no buscan el amor, pero les llega de una manera arrolladora e incapaz de controlar.
Porque pensar que quieres algo es fácil, pero cuando ese pensamiento sale en forma de palabras en voz alta puedes oírlo y, por lo tanto, lo vuelves un deseo real. Ya no es algo que está solo ahí dentro, a buen recaudo y protegido de todo y todos. Se convierte en algo vulnerable, pero también en un primer paso para conseguir eso que quieres.
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