Reseña: Madre del vacío (Invade me #1) - Manu Franco y Mauro Civera

Madre del vacío (Invade me #1) || Manu Franco y Mauro Civera

Autopublicado || 15/04/2018
542 páginas || Papel y ebook

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¿Y si existiera el sistema perfecto? Un sistema que no solo uniera a toda la humanidad, sino que hiciera que, por primera vez, no hubiera ninguna guerra en el mundo, la delincuencia fuera mínima, la hambruna y el analfabetismo erradicados, la población más feliz que nunca y que los progresos humanos se catapultaran al infinito dándonos el mayor salto tecnológico de la historia…
¿Y si el precio de ese sistema perfecto es que no lo hemos elegido? ¿Y si el coste de vivir esta utopía a escala mundial es que nos ha sido impuesto a la fuerza? ¿Lucharía la humanidad por liberarse o preferiría una feliz y próspera sumisión...?
Este es el concepto del que nace INVADE ME.

Cuando los autores de este libro se pusieron en contacto conmigo para ofrecerme un ejemplar y poder leerlo antes de que se publicara, no lo dude. Un libro de ciencia ficción en el que la humanidad sufría una invasión es un tema que me gusta mucho, pero del que he leido poco, así que algo me llamó la atención de esta historia y accedí a leerla. No sabéis lo satisfecha que estoy con la elección, porque 'Madre del vacío' es un libro que me ha gustado mucho.

En cada vida se hacen elecciones, impulsados por la situación, los recuerdos, el instinto animal, los razonamientos y los sentimientos. Muchas malas elecciones acumuladas marcan el camino de aquellos a los que tu llamas "los malos". Pero no son "malos", no existe el bien o el mal, son solo palabras.

La premisa es sencilla, pero nos ofrece muchas dudas. De repente, en medio de la tercera guerra mundial, cuando la humanidad más está demostrando lo monstruosa que puede llegar a ser, aparece IvI, un ser de otro lugar que termina con la violencia, con la guerra, y con el sufrimiento. Ella se encarga de castigar a los delincüentes, y en medio del caos que está viviendo la tierra, de matar a todo aquel que posea un arma. Sino la tienes, no tienes de que preocuparte. Y es así como un mundo nuevo y un rayo de esperanza empieza a verse en el cielo. Y lo cierto es que hasta aquí, todo parece maravilloso, ¿no es verdad? IvI se va a encagar de hacer del mundo un lugar mejor, y sin pedir nada a cambio. Pero obviamente, la humanidad tiende a no conformarse, a preguntarse y plantearse dudas, y a no llevar bien eso de que le impongan las cosas. Y por esos motivos se crea la Resistencia en contra de esta emperatriz que ha llegado a nuestro mundo para quedarse, y salvarlo.

Todo hombre tiene un límite en sus ojos del horror que puede ver, traspasado eso, se quiebra la parte de ti que te hace sentir repulsión y ya todo da igual.

Cuando digo que el libro ofrece dudas es que lo hace. En todo momento nos planteamos que haríamos nosotros si tuviéramos que vivir una situación así. Si de repente, la violencia llegará a su fin, pero nos viéramos gobernados por un ser de otro planeta, u otro lugar, un ser desconocido del que no sabemos nada y que parece indestructible. Un ser que nos ha traido tecnología avanzada, que nos ayuda a terminar con algunas enfermedades, a que envejezcamos de manera más lenta, y, en definitiva, a que vivamos mejor que nunca. Pero como digo, es alguien desconocido, alguien de quién no sabemos si podemos fiarnos, y sobre todo, que no sabemos como acabar con ella llegado el caso. ¿Nos fiaríamos? ¿Os fiaríais? Yo, no lo sé.

Hay distintos tipos de chicos y aprenden de maneras distintas. Aplastáis su creatividad desde los inicios. Intentáis que sean iguales cuando son sus diferencias lo que le da perspectivas al mundo. Lo primero que tiene que aprender un ser humano es sobre sus sentimientos.

Es cierto que estoy totalmente en contra de la violencia y sobre todo de las guerras. Que para mi, el mundo sería mejor si los ejércitos desaparecieran y con ellos las armas. Lo pienso realmente y por ello, he llegado a sentirme feliz al ver lo que IvI consigue en esta historia. Pero también es cierto que no podría fiarme de un ser así, que tendría un miedo constante a que se volviera en nuestra contra, y que soy de la opinión de Daniel Áureo (uno de los personajes más importantes y que más me ha gustado), de que somos nosotros los que debemos aprender de nuestros errores, y gobernarnos. Lo pienso y por eso no he dejado de tener sentimientos contradictorios en esta historia. Y eso, creo que es una de las mejores cosas que tiene el libro. Que te hace dudar en todo momento sobre el bando en el que te posicionas. Que te gustan los personajes de un lado y otro, y que incluso a IvI le llegas a coger cariño con ciertas cosas que hace. Claro que luego hay otras que no comparto y con las que he sentido mucha rabia. Y como digo, sentimientos contradictorios sin parar.

Los sentimientos no son malos ni buenos, son solo sentimientos. Malo es no entender que los causa y moverse por ellos sin entenderlos.

La ambientación de este libro me ha transportado a muchos lugares, donde he conocido a muchos personajes, que, como he dicho antes, se posicionan en un bando u otro según su manera de pensar o ver las cosas, o según las circunstancias que le tocaron vivir en el momento de la invasión. Al lado de IvI tenemos sobre todo a Ioannis y Sophie, dos personajes que, sobre todo él, un niño esencial en esta historia, se ha ganado un huequito en mi corazón por cómo vive todo, por todo lo que tuvo que vivir antes de la llegada de IvI y por su reacción al final de esta primera parte. Y ella es algo así como su niñera, aunque más que niñera es una amiga, o incluso una hermana mayor, y me ha gustado mucho. En el otro bando, tenemos principalmente a Daniel, que ya he mencionado antes, y a Ammy y Ayrton, entre otros. Pero también hay caballeros, científicos, y muchos otros personajes que tienen su papel importante en esta historia.

Porque odiar no ayuda a nadie, hijo. Odiar no arregla nada, solo hace más grande el problema.

Pero la ambientación, además de ser muy detallada y descriptiva, y de conseguir que vayas a los lugares que se mencionan y que seas capaz de imaginártelos como si realmente estuvieras allí, me ha recordado a películas que he visto un millón de veces y que me encantan. Y eso, lejos de ser algo negativo, me ha parecido un guiño a dichas películas, e incluso a veces hay frases que directamente te llevan a ellas. Desde Star Wars a los Vengadores, pasando por lugares que recuerdan a Mad Max, Las colinas tienen ojos o Waterworld. Y es que el mundo que han creado los autores es muy amplio, abarca muchos sitios y por tanto, es un libro que se compone de muchas subtramas, que forman la global. Realmente, he sentido que es como si hubieran cogido lo mejor de algunas historias (en cuanto a ambientación se refiere), y lo hubieran mezclado de tal manera que han conseguido crear algo impresionante. Y es que todo está tan detallado, no solo los lugares a los que vamos, sino también la tecnología, los objetos, la vestimenta, la sociedad e incluso las armas. Todo queda bien explicado y claro, y eso es un punto a su favor.

Viajar no es solo ver cosas de lugares lejanos, eso lo puedes hacer mirando una foto, viajar implica un trabajo, un esfuerzo, por eso vale la pena.

Lo cierto es que los autores escriben muy bien, y no deja de sorprenderme como dos personas pueden crear algo y que parezca hecho por una sola. Además no solo se han molestado en describir el ambiente para hacernos parte de él y que creamos que estamos viajando a Nueva Kowloon, rodeados de basura y violencia al estilo Mad Max, o al refugio 151 o incluso a Atenas, lugar de residencia de IvI. Sino que se han encargado de hacer que los personajes tengan profundidad, que sientan y piensen y lo hagan todos de manera distinta. Y son muchos personajes para que todos queden bien diferenciados y no haya dos iguales, pero lo han conseguido. Y eso es genial. Porque nos es fácil sentirnos identificados con uno u otro por cómo piensan, y nos es aún más fácil sentir apego por ellos, aunque luego nos toque sufrir en más de una ocasión.

Veo fuerza, veo fuego, veo pasión. La pasión, querido, es lo único que mantiene el mundo girando. El amor apasionado, esa bestia interior que devora o nos devora, es mi filosofía de vida. Agarra lo que quieres, agárralo fuerte, aráñalo, bésalo, ámalo y no lo dejes ir.

Y quizá os preguntéis, si los personajes te han conquistado, si los lugares y la descripción de los mismos te ha transportado hasta ellos, y si la historia te ha parecido tan fantástica y original, ¿por qué no tiene más nota? Porque ha habido ciertas cosas que no han terminado de convencerme. Hay ciertas situaciones que se resuelven demasiado rápido, o personajes que en un momento están en un lugar y al siguiente en otro, y no he sentido que se me explicara el por qué. También hay "parejas" que no tienen una despedida en condiciones o una explicación a por qué pasa lo que pasa, y eso me ha fastidiado (aunque esto es muy personal, obviamente, por lo mucho que me han gustado), y ciertas actuaciones que quizá son muy forzadas para desencadenar lo que viene después. Y sobre todo porque me fastidia ese final abierto que nos deja con la mayor duda de todas sin resolver... Bueno, esto es así para dar pie al segundo, pero aún así... Me ha fastidiado.

País y órdenes son palabras, Sam, palabras inventadas. Excusas para creer que no tenemos libertad de acción.

En resumen, 'Madre del vacío' es la primera parte de una saga de ciencia ficción, distopía, post-apocalíptica, que no sé muy bien realmente en que género meterla. Es un libro con una gran historia y sobre todo, con un gran universo creado, que nos hace dudar sobre todo y casi, sobre todos. Un libro con una ambientación brutal, que me ha recordado a algunas películas que no me canso de ver, y con una descripción tan exhaustiva y detallada de cada lugar que he sentido que realmente, estaba allí con los personajes. Es un libro que te hace dudar sobre qué harías tú, sobre quién realmente son los buenos y los malos en la historia, y sobre lo que el ser humano puede llegar a hacer por tener poder y ser alguien frente a los demás. Os lo recomiendo sin duda alguna.

Mi querida señora, al final de nuestra existencia nos solemos dar cuenta de que somos poco más que unos recolectores de recuerdos. Con ellos crecemos, con ellos aprendemos, con ellos vivimos.

Gracias a los autores por el ejemplar.