Reseña: Los supervivientes - Jimina Sabadú

Los supervivientes || Jimina Sabadú
Editorial Algaida || Noviembre 2015
384 Páginas || Papel y ebook

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La supervivencia empieza el primer día de curso y dura toda la vida. El colegio Agustín de Foxá se halla en venta. Las personas que han estado vinculadas a él (profesores, alumnos, padres) comienzan un baile de pequeñas mezquindades tras el que ninguno volverá a ser el que era. Un antiguo alumno comienza a preparar un encuentro entre compañeros que se convierte en una cruzada para traer al chico más popular y rico de la promoción, un inútil heredero de un equipo de fútbol de segunda. Y María Victoria, una profesora llena de algo tan peligroso como la ilusión y falta de algo tan necesario como la agudeza, acaba por unir a los únicos supervivientes de un mundo que se cae a pedazos.

El colegio Agustín de Foxá cierra sus puertas, o al menos eso presienten los que allí trabajan o estudian cuando se anuncia su venta. Para algunos, es un alivio. Para otros, una pena. Y a algunos la noticia les es totalmente indiferente. Al mismo tiempo que vemos como transcurre el curso para los que aún asisten, nos encontramos con un grupo de ex alumnos que buscan volver a reunirse, y saber de sus vidas, sobre todo ahora que el lugar que tantos recuerdos les trae, buenos y malos, está a punto de cerrar. La historia nos muestra la vida misma, y cómo para algunos sobrevivir en el centro es casi una aventura.

'Los supervivientes' es un libro que nos habla de un colegio, el Agustín de Foxá. En él nos encontramos con el relato de la vida de los estudiantes, profesores, padres e incluso antiguos alumnos. Una historia dura, que por momentos me ha hecho enfadar y mucho, y que por desgracia vemos casi a diario en las noticias. No sé si ha sido por el momento de leerlo, cuando a penas hace unos días que un chico de 11 años se quitó la vida debido al acoso, pero lo que he sentido al leer este libro ha sido ira, al menos en muchas ocasiones. Ira por los acosadores, por los profesores que no hacen nada y por los padres que aún hacen menos.

El libro empezó gustándome mucho. Además como pedagoga, cada vez me llamaba más la atención. Sin embargo llega un momento en el que la historia cambia, y nos encontramos leyendo sobre algo muy diferente, sin saber cómo ha ocurrido y sin entender que ha pasado, y eso me descolocó por completo. O quizá haya sido yo que no he sabido leer entre líneas. Por eso lo que parecía una buena lectura, se ha convertido en algo que no lo era, y la nota final, es la que es. No puedo aprobar esta historia, porque empezó con mucha fuerza, y terminó sin ella. Sin sentido, sin encontrarle un por qué a nada. Y esto no quiere decir que no la recomiende, lo hago, porque doy por hecho que a muchos os puede gustar, y sé que así ha sido. Pero a mi al final, no me ha convencido.

Hay personajes complejos, que tienen mucho que demostrar y mostrar. Me he llegado a sentir muy identificada con Maria Victoria, la profesora nueva de literatura, que tiene un blog, igual que nosotros, y que es un soplo de aire fresco para el colegio, o al menos eso parece en un principio. Su ilusión es contagiosa, la pena es que nadie en el centro se contagie de ella. Y por otro lado es muy débil, y sumisa. Demasiado enamoradiza y confiada. Pero a pesar de ello, reconozco que es el personaje que más me ha llegado, aunque al final, como el resto, se quede en nada. Porque pensaba que era la que cambiaría las cosas, junto a Alfonso, y no es así.

Se que la reseña está siendo un poco diferente a lo que suelen ser mis reseñas, pero es que no sé muy bien que deciros de este libro. Como ya he dicho, lo recomiendo, porque creo que puede gustarle a mucha gente, y así lo dicen al menos las reseñas que he visto de él, pero nunca me había pasado, al menos que recuerde, que un libro pasara de gustarme mucho a nada en una sola página, o en un capítulo. Pero así ha sido. Aún así, os invito a ver otras opiniones y a no dejaros llevar solo por mi impresión, que como siempre, es únicamente mía.

Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra. No te preocupes, Miguel. Algún día serás un hombre y esto te hará ser bueno con los que te rodean. En el mundo hay luz y hay sombras, y tú tienes que vivir siempre en la luz, que es lo que tienes dentro.

Gracias a la editorial por el ejemplar para la lectura conjunta.