Reseña: El club de los eternos 27 - Alexandra Roma

El club de los eternos 27 || Alexandra Roma

Plataforma Neo || Enero 2018
470 páginas || Papel y ebook

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«Caí en la cuenta de que había una cosa que no había experimentado. Lo único que solo probamos una vez en la vida. Aquello que nadie sabe cómo es porque no se puede explicar después.»

La fama siempre tiene un precio.

Julien Meadow era el chico de la eterna sonrisa, el que cantaba en el garaje con su hermano y el que se enamoró de unos ojos valientes ocultos tras una mecha rosa, los de Crysta.
Nunca hubiera esperado que, a raíz de un vídeo subido a YouTube, llegara la fama. De repente, su voz inunda el mundo y su cara protagoniza todas las noticias.
Julien debe hacer frente a un nuevo universo lleno de altibajos, lujo, descontrol y poder. Uno en el que te vuelves adicto a focos que queman y a palabras que muerden. Uno en el que echar de menos el abrazo de un gigante o que te besen con brochazos de pintura.
Todo el mundo sabe que Julien Meadow es el cantante con más éxito del planeta. Solo algunos recuerdan que fue una persona.

Julien Meadow es un chico normal que vive en un pueblo de Alaska junto a sus padres y su hermano mayor Jeremy. Un hermano muy especial al que siente que debe cuidar y proteger por encima de todo. Porque Jeremy es único, y a pesar de que su mente va a un ritmo mucho más lento que la de los chicos de su edad, Julien no podría quererlo más. Pero no es así con el resto de niños del pueblo, y todos se ríen y se burlan de Jeremy, algo que provoca que Julien tenga que defenderlo a toda costa, y se gane bastantes castigos por ello. Pero todo cambia el día que Crysta llega a sus vidas, y le demuestra a los dos hermanos que no todo el mundo es igual. Y es que ella no se ríe de Jeremy, ni se burla, al contrario, se hace amiga suya en el mismo instante que se conocen, y a partir de ese momento, Julien no tendrá que volver a encargarse él solo de la protección de Jeremy. Algo que unirá a esos dos niños tan diferentes y que hará que su relación vaya creciendo día a día, año a año. Aunque como sabemos, crecer no es fácil y la vida a veces no es como nos imaginamos.

Los palos nunca deben dictaminar en qué se convierte una persona. Solo la protagonista tiene ese poder de decisión. Es lo bueno de la vida, ¿no? Que nadie decide y somos nosotros los que escribimos los capítulos.

'El club de los eternos 27' es un libro que me dejó sin palabras. Un libro del que había visto muy buenas opiniones, pero que no imaginé que me iba a hacer sentir tanto. Porque eso es lo que hace esta historia, te hace sentir. Sentir en todos los sentidos y de todas las maneras posibles. Es un libro con el que ries, lloras, te enfadas y te enamoras. Un libro que te demuestra lo complicada que se puede volver la vida y que aunque pueda parecer injusto, a veces eres tú mismo el que se lo busca. Porque es un libro que te enseña lo peor de la fama, lo peor de la vida, pero también te deja claro que no es algo que venga por si solo, que es algo que tú eliges y con lo que debes vivir día a día. Porque Julien es un chico que lo consiguió todo pero también lo perdió todo. Y lo hizo por malas decisiones, no porque alguien le obligara. Y eso hace que te cabrees con él, aunque el cabreo, no dura mucho. Porque es imposible enfadarse con el chico de la eterna sonrisa.

Este libro es un sube y baja constante de emociones. Empezamos conociendo la vida de Julien cuando tenía 9 años y su hermano 11. Cuando únicamente se dedicaba a disfrutar junto a Lucas, su mejor amigo, a subir a los árboles, a jugar con todo lo imaginable, y a cuidar de su hermano. Es en esa edad cuando conoce a Crysta, que tiene sus mismos años y acaba de mudarse a Alaska. Y es en ese momento, cuando ella empieza a jugar con Jeremy, cuando Julien descubre que hay gente capaz de iluminar todo tu mundo. Pero no es entonces cuando ellos se hacen amigos, que va. Los años pasan, Crysta sufre un accidente que le hace perder una pierna, y se vuelve solitaria y triste, y solo sonrie cuando Jeremy está con ella. Y cuando de verdad empieza a conocer a Julien. Y es que su relación va muy poco a poco y durante mucho tiempo, lo único que les une es su amor por Jeremy.

Crysta se había roto. La armadura había desaparecido por completo. Y no lo había hecho por un regalo ni por el dinero que este costaba, sino porque alguien se preocupaba por ella, porque desde la sombra alguien se había detenido a observarla para darle aquello que ni siquiera sabía que anhelaba, porque los deseos que más importan son los que nunca se pronuncian en voz alta y, aún así,  alguien te los concede.

Los años pasan por el libro, su relación va cambiando y nosotros, nos vamos enamorando con y de ellos. Y como digo, el sube y baja de emociones no se detiene nunca. Porque somos felices cuando ellos son felices, lloramos cuando ellos lloran, nos enfadamos cuando ellos se enfadan, y sobre todo, sufrimos cuando la vida provoca que ellos sufran. Su relación no es nada sencilla, no al menos cuando de verdad empiezan a vivirla y llega la fama, y eso es desesperante, porque son dos personajes que merecen ser felices, y a medida que leemos sentimos que no va a ser así, y es muy duro.

Pero este libro está lleno de segundas oportunidades. Para Jeremy, que no se cansó de buscar amigos y al final encontró a Crysta, que le abrió los brazos desde el primer momento. Para Crysta, que a pesar de lo que le ocurrió y de negarse a relacionarse con nadie por miedo al rechazo, poco a poco volvió a ser la persona que era y a vivir, pese a las complicaciones. Y para Julien, que cuando desistió de la bondad en el ser humano por lo que veía día a día con su hermano, descubrió en Crysta un ser de luz capaz de dejar todos los prejuicios a un lado y se convirtió en lo más importante para ambos.

—Será una locura. Por eso no puedes negarte. Solo los valientes se atreven a despedirse de la cordura de vez en cuando y disfrutar del arte de hacer que los latidos dejen de perderse en un movimiento involuntario y cuenten.—Observé la duda pintada en su rostro y añadí—: Ya te has abierto a nosotros. A mi. Sería un capullo si no te empujase a que el mundo te conozca. Ellos lo merecen. Vas a cambiarles la vida.

Es un libro escrito desde el punto de vista de Julien y Crysta, intercalando sus capítulos y dividiendo la historia en tres partes. Escrito con una delicadeza infinita, como todo lo que escribe Alexandra. Y es que esta chica enamora con sus letras, con sus frases, con todo lo que escribe, y con los sentimientos que es capaz de transmitir en esas páginas. Porque los personajes de 'El club de los eternos 27' te hacen sentir tanto, de una manera tan profunda, que parecen reales. Que a veces es como si tuvieras a Julien al lado, tocando la guitarra, sonriéndote como lo hace con Jeremy o con Crysta. Porque sientes la necesidad de tenerlos en tu vida y cuando terminas el libro, vuelves a la realidad de golpe y sientes que todo se derrumba a tu alrededor. Es un libro con una historia maravillosa, pero que no lo sería si Alexandra no escribiera como escribe. Y nunca voy a dejar de leerla, lo supe cuando descubrí 'Sangre y corazón', y lo sigo sabiendo ahora.

En resumen, 'El club de los eternos 27' es un libro que a medida que vas avanzando por sus páginas se va volviendo real. Un libro en el que vas a sentir todas las emociones que existen, un libro con el que vas a reir, y llorar, en el que te vas a enamorar y vas a sufrir, un libro que no deja indiferente, con el que sientes que durante un tiempo, nada va a volver a ser igual, porque la historia que contiene es simplemente, maravillosa. Un libro con 3 personajes principales que se ganarán tu cariño y se instalarán en tu corazón para no marcharse. Y que te enseña, sobre todo, que los prejuicios deben desaparecer, que la vida hay que vivirla, que pase lo que pase debes luchar por ser feliz y que, sobre todo, nunca alejes a la gente que te quiere de tu lado, porque al final, tenerlos a ellos, es lo único que importa. Y lo único que permanece.
Leerlo, con un paquere de pañuelos al lado, y disfrutarlo, solo os puedo decir eso.

Le dije que no se dejase engañar, que las mejores cosas de la vida no se pueden ver, que son como la cara oculta de la luna. La desconocida que está ahí, invisible y, sin embargo, es la más brillante de las dos. Por si acaso no bastaba, le prometí que algún día lo llevaría.  Y sé que lo haré.

Gracias a la editorial por el ejemplar.