Reseña: Todas las canciones de rock - Beatriz Baró

Todas las canciones de rock (Trilogía del Otro Lado #1) || Beatriz Baró

Autopublicado || Enero 2018
512 páginas || Papel y ebook

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«He intentado comprender qué ves en esos chicos, Cristina, pero soy incapaz. Son violentos, precoces, maleducados y arrogantes. ¿Se puede saber dónde encuentras su gran atractivo?»

Libres, salvajes y enamorados del rock and roll, los Sustain Souls comparten un objetivo por el que luchar: llegar a ser estrellas de rock. Durante un mediodía de julio encuentran un misterioso lugar donde forjar sus sueños. Sin embargo, lo que comienza como una inocente casualidad termina revelándose como un lugar que parece estarles predestinado y que puede convertirse en su mayor bendición o su peor condena, un lugar capaz de cambiar sus vidas para siempre.

Comienza así la primera parte de una apasionante trilogía de aventuras, fantasía y misterio que te atrapará desde sus primeras páginas.

Cristina va a pasar el verano en Vistaclara junto a su abuela. Un verano tranquilo conociendo el hogar de los suyos, o eso espera al menos cuando ambas llegan a su casa. Pero las cosas no van a ser tranquilas ni mucho menos. En cuanto Cristina ve pasar a un grupo de amigos por su lado, no puede evitar sentir una atracción muy fuerte por ellos, y es que es como si todo a su alrededor desapareciera y solo estuvieron ellos. El grupo está formado por dos chicas, Claudia y Leo, y dos chicos, Alexander y Saúl, con quienes Cristina coincide en las clases de repaso de inglés. Y será allí donde mantengan una conversación que cambiará todo para todos. Cristina comenzará a salir con ellos, formarán juntos un grupo de rock, los Sustain Souls, para participar en la gymkana que todos los veranos se organiza en el pueblo, y junto a Santiago, el hermano pequeño de Saúl, lucharán por conseguir el premio final de las pruebas. Pero lo que irá creciendo entre ellos irá mucho más allá que ganar un concurso. Se creará una unión entre los 6 que parece que nada ni nadie podrá romper jamás. ¿Pero qué tienen esos chicos que parece que todo se detiene a su paso? ¿Son lógicos los celos y el odio que les tienen algunos habitantes del pueblo? ¿Y hasta dónde serán capaces de llegar por ese odio?

'Todas las canciones de rock' es un libro que he disfrutado mucho, porque ha sido inevitable que me traiga muchísimos recuerdos. Durante muchos años de mi vida he veraneado en el pueblo de mi padre, y sin duda han sido los mejores veranos que he vivido. La amistad que se forja en esos lugares parece inquebrantable, aunque luego pase el tiempo y las cosas cambien. Por lo que he entendido perfectamente todo lo que siente Cristina y los demás. Además, el libro está ambientado en el año 1997, y Cristina tiene 14 años, justo los que yo tenía en ese mismo año, por lo que he pensado como fue mi verano en aquel momento y si en algo coincidí con ella. Debo decir que no, y que precisamente mi forma de ver la vida, o las cosas que hacía con aquella edad, han hecho que no sea capaz de comprender ciertas actitudes que aparecen en la historia. Así que por mi parte, he intentado leer el libro sin pensar en la edad de los personajes, aunque a veces ha sido inevitable. Y es que aunque hay cosas que aunque yo no haría, entiendo que formen parte de la historia y puedan ser necesarias, o que haya gente que realmente actúe así a esas edades, pero hay otras que para mi, sobran totalmente y no aportan nada a la trama. SPOILER → Como el hecho de que un niño empiece a fumar con 10 años, lo haga con 11, y parezca que a todo el mundo le parece bien. A mi no, lo siento, y no aporta nada a la historia así que creo, que se podría haber evitado.

La historia, como veis, gira en torno a Cristina y su grupo de amigos. A como viven ese verano, las cosas que hacen y sobre todo, las pruebas que deben ir realizando para ganar la gymkana. Además y como en todos los pueblos, el grupo de Cristina tiene sus propios enemigos dentro del pueblo. En mi caso también los tuvimos, pero desde luego, no llegamos a los límites a los que se llega en la historia jamás. Y admito que en esa parte me ha recordado un poco a Rebeldes, de Susan E. Hinton. Hay escenas bastante fuertes en los encuentros entre los grupos rivales y en ocasiones me ha sorprendido a los límites a los que pueden llegar sin que nadie haga nada por evitarlo. No sé si me ha parecido algo exagerado, creo que si, pero entiendo que también aporta intensidad a la trama, algo de miedo y preocupación, lo que hace que sintamos con más fuerza lo que los personajes están viviendo.

Por otro lado, también vamos conociendo los amores que irá dando el verano, y admito que eso también me ha recordado a mi grupo de amigos. Amores intermitentes, amores de una noche, amores intensos, y sobre todo el miedo a que todo termine con el final del verano. La autora ha sabido hacernos partícipe de lo que ellos sienten, incluso de los personajes que marean sin tener muy claro lo que quieren, pero principalmente el que tiene más fuerza es el de Cristina, obviamente, porque no deja de ser nuestra protagonista. Todo lo que ella vive a sus 14 años lo he entendido, y aunque lógicamente yo no habría actuado como ella a esa edad, he comprendido incluso sus dudas y las actitudes que la hacen seguir siendo una niña, porque las hay. Creo que ha sido un personaje muy realista, todos los han sido realmente, en cuanto a sentimientos y actos se refiere, porque a esa edad estamos en una montaña rusa, a veces felices, a veces hundidos, y ellos lo representan muy bien.

Sin embargo, y aunque el libro me ha gustado, en parte me decidí a leerlo porque prometía tener fantasía, y no ha sido así. Supongo que en las siguientes partes se verá más esta parte de la historia, pero en este primer libro no hay nada, salvo lo que tu te puedas imaginar en un par de escenas, y me he sentido quizá un poco engañada. Entiendo que es una primera parte, que se trata de una trilogía, pero si en la sinopsis se nos dice que es un libro de aventuras, fantasía y misterio, yo espero que al menos haya un poco de los tres. ¿Vosotros no? Pero bueno, reconozco que el final de esta primera parte me ha dejado con muchísimas ganas de poder leer ya el segundo, así que confío en que la autora no tarde en traérnoslo. Y que tenga todo eso que yo he echado de menos aquí.

La pluma de la autora es muy sencilla. Estamos ante un libro juvenil con personajes jóvenes que actúan y hablan como tales. Por lo que la prosa es amena y muy fácil de seguir. Es cierto que en algunos momentos la historia se hace algo repetitiva, porque conocemos la rutina de los chicos y hay cierta parte que, como comentamos los que hemos hecho la lectura conjunta, las palabras para describir lo que ocurre son calcadas una y otra vez, y también es verdad que hay a quien las descripciones se le han hecho algo pesadas. No ha sido mi caso. Yo reconozco que disfruto mucho de las descripciones si están bien llevadas y se complementan bien con el diálogo y el resto de la historia, y aquí he sentido que si es así. Por otro lado, la autora sabe describirnos muy bien lo que sienten los personajes y eso también me ha gustado, porque es fácil conocerlos a todos, saber como piensan y comprender o no su forma de actuar. Son personajes muy libres, independientes, que hacen lo que quieren cuando quieren, y si de todos ellos tuviera que quedarme con uno, sería con Alexander sin duda alguna. Y con Santiago, que desprende una ternura inmensa.

En resumen, 'Todas las canciones de rock' es un libro que nos trae una historia juvenil sobre un grupo de chicos y chicas que viven un verano muy intenso. Juntos formarán un grupo de rock, compartirán sus inquietudes y sus sueños, sus miedos y sus alegrías, y vivirán un constante sube y baja de emociones que les hará crecer y madurar a pasos agigantados. Con un final sorprendente, que te deja con muchas ganas de más, he echado de menos esa fantasía que se nos promete en la sinopsis, y aunque he comprendido en su mayoría lo que sienten y hacen los personajes, ha habido ciertos momentos en los que las actitudes, me sobraban. Es un libro en el que sentirse reflejada si has vivido veranos en un pueblo, si has nacido en los 80 y crecido en los 90, y si en algún momento deseaste ser una estrella de rock y brillar por encima de los demás. Porque los sueños están para cumplirlos, o al menos, intentarlo.