Reseña: Ophelia pese a todo - Racquel Marie

Ophelia pese a todo || Racquel Marie

Kakao Books || Junio 2024
360 páginas || Papel y ebook

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Ophelia Rojas sabe quién es. Le gustan sus amigos, la comida cubana, las rosas y los chicos. Todo el mundo se ríe de los muchos chicos que le han gustado: ella es «Ophelia, loca por los chicos».
Pero, en el fondo, Ophelia es una romántica. Y, cuando empieza a obsesionarse con la tímida Talía Sánchez, comienzan los «y si», las situaciones embarazosas y los malos entendidos. ¿Logrará que Talía se dé cuenta de lo que quiere decirle, pero es incapaz de pronunciar? ¿Y cómo gestionará las tensiones crecientes en su grupo de amigos?
En el centro de esta comedia de errores, Ophelia deberá decidir si aferrarse a la única versión que conoce de sí misma o redescubrir quién es pese a todo.

 

Ophelia y sus amigos están en el último año de instituto, y deben prepararse para la vida adulta. Pero antes de que llegue ese momento, tienen que disfrutar del último baile, lo que les trae varios quebraderos de cabeza, como a cualquiera de su edad. Quién irá con quién, cómo pudieron elegir esa temática tan horrible, quién será la reina del baile, a dónde irán cuando termine... El problema es que, cuando todo está a punto de cambiar, son ellos mismos los que se descubren cambiando. Como le pasa a Ophelia. Y es que cuando todo el mundo sabe y se ríe de lo mucho que le han gustado siempre los chicos, que de repente sienta algo por Talía Sánchez, la descuadra por completo. Porque no es posible, ella es Ophelia, loca por los chicos, ¿cómo cuadrar todo lo que siente en su vida? ¿Cómo hacérselo saber a los demás y que no dejen de quererla? ¿Cómo decírselo a la propia Talía?

Significa que quienes aman siempre están esperando. A que los vean, a que los entiendan. A que los correspondan. «El amante es el que espera».

Lo primero que tengo que decir es que, si buscas una historia de romance clásica, o bueno, si buscas una historia de romance de esas de chica conoce chica, se enamoran, y son felices para siempre, quizá este no sea el libro que esperas. Hay romance sí, pero este libro va más de todo lo que descubre Ophelia en esos últimos meses de instituto sobre sí misma, que la relación o no que pueda tener con alguien. Y debo decir que, no sé si es precisamente por eso, porque es distinto a lo que he leído de Kakao hasta ahora, o porque por fin me encuentro un libro de la editorial con epílogo, pero me ha gustado más que todos los anteriores que he leído suyos. Y esos me habían gustado muchísimo, pero este tiene algo especial. Puede que sea simplemente lo única que es Ophelia, o cómo nos transmite la autora lo que siente, sus cambios, sus miedos, sus dudas, o los amigos de los que se rodean que me han encantado, aunque no sean perfectos. Pero lo dicho, me ha gustado más. De hecho, ha rozado la máxima puntuación, y si me conocéis un poco o me seguís de hace tiempo, sabéis que no suelo dar demasiados 4'5 o 5 a lo largo del año. Pues este lo tiene.

Ophelia es un personaje que, cuando tiene que decidir qué hacer con su vida después del instituto, descubre que no es como ella creía, o cómo los demás creen que es. Y eso la confunde, y le da muchísimo miedo, porque no sabe cómo afrontar lo que está sintiendo y, muchísimo menos, cómo hacérselo saber a la gente que quiere y la quiere. Y es maravilloso ver cómo lo consigue, cómo reaccionan los demás, cómo no deja de descubrir quién es hasta el final. Y después, porque a lo largo de la vida podemos cambiar mil veces, nunca dejamos de redescubrirnos. Y siempre da miedo, pero a ciertas edades aún más. Y me gusta que se nos dé un libro en el que la protagonista tenga dudas sobre quién es y lo que siente, no que lo acepte de primeras, porque es totalmente lógico tener miedo al cambio, sobre todo a uno tan importante como es tu sexualidad.

Creo que él lo creía y que yo también. Y sigo pensando que es precioso, pero no creo que los amores más auténticos tengan que ser los más dolorosos. Cuando eres joven, esperar a que alguien te corresponda parece una cosa hermosísima, dentro de la tristeza que causa. Sin ánimo de ofender. Pero pasarse la vida esperando no es lo mismo que pasarse la vida queriendo a alguien: es desperdiciarla con la promesa de algo que no es seguro que vayas a tener.

Por otra parte, no solo nos encontramos con ella, su cambio y sus miedos y dudas, también vamos conociendo a su grupo de amigos, y estos también van pasando por diferentes cosas en ese último año de instituto. Y todo es coherente a la edad que tienen, y eso me ha gustado mucho, porque es fácil sentirte identificada con lo que les pasa o sienten. Y, sobre todo, me ha encantado la relación que tienen entre todos, y que a veces los ames y a veces los odies, por su manera de actuar. Pero, como digo, no hacen nada que nosotros no hayamos hecho en nuestra adolescencia, eso seguro. Es un grupo bastante dispar, distinto, con personalidades muy definidas y manera de actuar muy diferentes, y creo que eso es lo que hace que todo cuadre tan bien y se complementen. Aunque a veces no se quieran ver los unos a los otros, como es lógico, porque las peleas entre amigos, aunque sea tu mejor amigo de toda la vida, ocurren, y lo que importa es que pueda solucionarse con una charla, a veces es tan sencillo como eso, abrirte y contar lo que te ocurre o sientes, para que el otro pueda comprenderte al fin y apoyarte.

Tal vez no sea importante que mis amores lleguen a buen puerto. Tal vez no lo haya sido nunca. Tal vez lo importante sea que me permita sentirlos. Sentir amor, deseo y desamor, y mi propia versión de una tristeza imponente, y no tener que cambiar nunca por nadie que no sea yo. No me importa ser quien ama, quien espera; pero me voy a amar a mí misma también mientras tanto sin reservas.

La historia, como habréis supuesto, está contada desde el punto de vista de Ophelia, por eso empatizamos tanto con ella, porque sabemos de primera mano todo lo que está sintiendo y sufriendo. Y, como he dicho, es lógico y coherente. Es un libro ágil, que se lee con rapidez por la manera de estar narrado y por lo que nos va contando. Al resto de personajes los conocemos a través de los ojos de la protagonista, así que sabemos y vemos lo que ella nos muestra y sabe, y también me ha gustado que cambie su manera de pensar sobre alguno de sus amigos tras conocerlo un poco más o descubrir que no solo ella tiene secretos y miedos. Es un libro que tiene una gran representación LGTBIQ+, como suele pasar con todos los de Kakao, pero además la tiene también racial, no solo con Ophelia, cuyo padre es cubano, sino con sus amigos. Y eso también me encanta en la editorial. Siempre trae historias para que todo el mundo pueda verse reflejado en ellas.

Fuente

En resumen, 'Ophelia pese a todo' nos cuenta una historia de cambio, de evolución, de miedo y dudas. Nos habla de Ophelia Rojas, una chica que siempre ha tenido claro quién era y lo que le gustaba, hasta que en el último año de instituto comienza a estrechar lazos con Talía Sánchez, una compañera de clase con la que conecta de una manera especial. Pero no entiende qué le ocurre, qué le hace sentir su presencia, porque a ella siempre le han gustado los chicos. Y mucho. Así que, nos encontramos con un libro que nos habla de cómo Ophelia debe redescubrirse así misma, con todo lo que ello conlleva. Porque si es difícil aceptar que estás cambiando, aún lo es más enfrentarte al miedo que te da hacérselo saber a los demás, los que siempre han creído que eras de una determinada forma. 'Ophelia pese a todo' no es una historia de romance sin más, de hecho, es quizá lo menos importante en la trama. Es un libro de aceptarse a una misma, saber que hay más opciones que las que siempre has barajado, comprender quién eres, y entender que quien te quiere, te aceptará seas como seas. Es una historia de amistad, de familia, coherente y real, que os recomiendo si estáis sintiendo cambios, si os sentís perdidos, si os da miedo lo que el resto del mundo pueda pensar, o si simplemente queréis disfrutar de una historia LGTBIQ+ preciosa, con un personaje de esos que quieres abrazar y proteger a toda costa.

Lo que decía Roland Barthes es que lo que deseamos en realidad es ese anhelo, no la tarta. Al comernos la tarta, no nos fijamos realmente en todas esas cosas. Nos la comemos y nos quedamos insatisfechos porque la tarta no era todo lo que queríamos. Porque es imposible que cumpla las expectativas que nos habíamos creado. Solo queríamos desear algo.

 

 

Gracias a la editorial por el ejemplar