D.E.P. Robin Williams

Hoy hago una entrada diferente, porque creo que el motivo, lo merece. Ya hace tiempo, hice un par de entradas sobre películas de Robin, porque son pocas de él que no haya visto, y aún menos que no me hayan gustado. Patch Adams es un aprendizaje para la vida, y Más allá de los sueños es una de las películas románticas más bonitas que he visto nunca. Y son solo dos ejemplos, de personajes de Robin que a mi, me cautivaron.


Soy pedagoga, ejerza o no, lo soy, y seguramente uno de los motivos que me llevaron a ello, fue cuanto me marcó El Club de los Poetas Muertos. Porque en ella, Robin hace el papel de ese profesor que todos en algún momento hemos deseado tener, y que algunos, han tenido la suerte de conocer. Yo no fui de las afortunadas, pero la sensación de que algún día pueda transmitirle a la gente lo que él me transmitió a mi, permanece presente siempre.

Carpe Diem

Ya he perdido la cuenta de cuanta gente famosa nos ha dejado en los últimos tiempos. Si lo de Heath Ledger hace unos años, o lo de Paul Walker a finales del 2013, fue un palo grande para mi, lo de Robin es casi peor, porque sus películas siempre me han enseñado algo. Y porque es un nuevo ejemplo de que la fama o el dinero, no traen la felicidad, ni estando acompañado, ni estando solo.

Por eso desde aquí, dejo mi pequeño homenaje. Porque creo que la ocasión lo merece, y porque no voy a dejar de ver esas películas que tanto me han emocionado, y que tanto me gustan. Porque Robin era de esos actores que hacía reir, llorar, y cabrear, porque le daba a todos los palos, y en todos, lo hacía genial.

DEP Robin.